El estilo de los textos normativos debe caracterizarse por la concisión, precisión y claridad, a fin de asegurar la certeza preceptiva14, es decir, el conocimiento indubitable de los preceptos o normas que contiene. Según algunos autores, el estilo normativo debería ser el más preciso y claro después del matemático. Sin embargo, suele ser uno de los más oscuros y ambiguos.