Adell (1997, Web), siguiendo las propuestas de numerosos autores, que dividen la historia humana en períodos caracterizados por la tecnología dominante de codificación, almacenamiento y recuperación de la información (como Levinson, Harnad o Bosco), habla de cuatro revoluciones tecnológicas: la aparición del lenguaje, la aparición de la escritura, la aparición de la imprenta y, finalmente, el uso de los medios electrónicos y la digitalización. Esta cuarta revolución tecnológica se caracteriza por «un nuevo código más abstracto y artificial (necesitamos aparatos para producirlo y descifrarlo) de representación de la información