La dimensión emocional reconoce la conciencia, la aceptación y la expresión saludable de los sentimientos propios, como la felicidad, la esperanza, el amor, la alegría, la tristeza, la ira, el miedo y/o el estrés. El bienestar emocional abarca el optimismo, la autoestima y la autoaceptación.
No hace únicamente referencia a la capacidad de sentir emociones, sino también de identificarlas en los demás y saber cuál es la que estamos sintiendo en un determinado momento y su causa.