Personificación, es la capacidad de asumir y adjudicar roles en forma dramática, conforme avanzamos la capacidad de personificación adquiere distintas características, en niños pequeños se expresa de manera inmediata la relación de deseos, utilizando como mecanismo fundamental la identificación introyectiva, se utiliza como expresión en la adolescencia, posibilita las situaciones traumaticas, aprendizaje de roles sociales, la comprensión de este y su conducta, el pasaje no debería ser brusca sino la regresión y sucesión, y el saber el equilibrio entre el yo, superyó y ello.
En la latencia el niño tiende a dramatizar roles definidos socialmente, con menor expresión de la fantasía en función del incremento de la represión.