securalización: Significa la autonomía del “mundo”, de lo secular, es decir, de la economía, de la política, la ciencia, las artes... frente a la religión. Entre los aspectos positivos, la secularización nos exige el paso de una fe basada en la costumbre y el ambiente a una fe vivida como opción personal libre y consciente.
Increencia: Hoy se sienten “increyentes” porque ese es el clima que respiran. Contagiados por el ambiente general su religiosidad se ha ido apagando. Poco a poco se han ido desprendiendo de la religión más por comodidad y seguir la corriente, que por razones personales convincentes.