En conclusión, me quedo con que es difícil llegar a una definición completa y general de salud, es mejor partir de cuestiones más específicas para facilitarlo. Me gustó la separación que propuso Lewis sobre los criterios subjetivos y objetivos de la salud, ya que es importante tomar en cuenta lo estructural y lo funcional, pero también lo que refiere la persona, es decir cómo la persona está viviendo la enfermedad y cómo vive su salud. La definición con la que me quedo es con la de salud relativa, sabiendo que la salud es un estado que no es estático, es flexible, al igual que mejorable y que su concepción depende del contexto. De la parte de enfermedad, se me grabó que el reconocer las enfermedades en las diversas estructuras (células) del cuerpo y denominarlas nos ayuda a tener un mayor conocimiento y generar tratamientos. En cuanto a la salud y enfermedad mental, es interesante como estos conceptos están muy relacionados con lo que es aceptable, común o “normal” en la cultura en la que está inmerso el individuo, tiene que ver con qué tanto se adapta la persona a su entorno y se desarrolla. Por último, con respecto a la psicopatología y la psiquiatría, lo que rescato es que la psicopatología es la ciencia básica de la psiquiatría, y el conocimiento de las aproximaciones conceptuales que surgen de la psiquiatría.