Una vez los bacilos de M. tuberculosis son inhalados, estos se asientan en los alveolos, donde son fagocitados por los macrófagos alveolares las personas inmunocomprometidas los bacilos resisten a los intentos fagocíticos y a la degradación que realizan los macrófagos, dando como resultado una replicación de M. tuberculosis dentro de estos. A medida que los bacilos se multiplican,, los macrófagos alveolares los llevan a los ganglios linfáticos regionales y pudiendo diseminarse por vía hematógena a otras localizaciones, como, por ejemplo: peritoneo, meninges, hígado, bazo, ganglios linfáticos (entre otros).