Con un equipo de crisis capacitado, las estrategias adecuadas y una comunicación efectiva, es posible dominar la situación. Por su parte, las empresas que aplican una gestión de crisis preventiva, con un plan de reacción basado en diferentes escenarios, pueden reaccionar aún con más rapidez, pues son capaces de reconocer los síntomas de una crisis y tomar las medidas necesarias a tiempo.
La gestión de crisis (crisis management en inglés) cuenta con muchas facetas y es diferente dependiendo de la fase de la propia crisis.
La tarea esencial de la gestión de crisis consiste en identificar a tiempo las fases críticas y poner en marcha las medidas adecuadas.
En los casos en los que la situación de crisis es una realidad, es necesario definir las medidas que se van a tomar, coordinarlas y llevar el control de su aplicación y de los resultados obtenidos.
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