La cara es una de las zonas que más informaciones puede dar a nivel de emociones y afectos. Todo esto va a ayudar a entender cómo van funcionando las acciones, para saber si hay que cambiar algo, qué gusta y qué no gusta al cliente o al grupo, cómo se encuentran los clientes y como van evolucionando, si se ven o no como parte del grupo, si están o no cómodos, si se ha conseguido o no crear empatía con ellos, sí se logra o no la complicidad antes ya mencionado, etc.