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Carta Anual de Bill y Melinda Gates. - Coggle Diagram
Carta Anual de Bill y Melinda Gates.
La pareja de filántropos reflexiona sobre 2020, un año sin precedentes en el que las distinciones entre países ricos y pobres se derrumbaron ante un virus para el cual las fronteras no existen, y sobre cómo podemos salir de esta
Cuando redactamos nuestra última Carta Anual, el mundo estaba apenas empezando a comprender lo grave que podía volverse una nueva pandemia de coronavirus. Si bien nuestra fundación se había visto concernida desde hace tiempo por el espectro de una pandemia —sobre todo después de la epidemia de ébola en África occidental— nos asombró sobremanera ver cuán drásticamente la covid-19 ha trastocado las economías, los empleos, la enseñanza y el bienestar en todo el mundo.
Todos vimos con nuestros propios ojos lo rápido que una enfermedad de la que nunca has oído hablar en un lugar en el que quizá nunca hayas estado se convirtió en una emergencia de salud pública en nuestra propia casa. Los virus como el que causa la covid-19 nos recuerdan que, a pesar de todas nuestras diferencias, en el mundo en que vivimos todos estamos conectados biológicamente por una red microscópica de gérmenes y partículas, y que, nos guste o no, estamos todos en el mismo barco.
En el resto de esta carta, escribimos sobre dos áreas que consideramos esenciales para construir ese futuro mejor: priorizar la igualdad y prepararnos para la próxima pandemia.
Es posible que en el momento en que lea usted esta carta, usted mismo o alguien que conoce ya haya recibido la vacuna contra la covid-19. El que éstas ya estén disponibles es para nosotros algo bastante remarcable, sobre todo si se toma en cuenta el hecho de que el virus de la covid-19 era un patógeno prácticamente desconocido a principios de 2020 y si se considera lo riguroso que es el proceso para demostrar la seguridad y eficacia de una vacuna. Es importante que las personas comprendan que, si bien estas vacunas han sido desarrolladas en un plazo muy reducido, tenían que cumplir no obstante con unas pautas estrictas antes de ser aprobadas.
MELINDA
Una de las cosas que más he echado de menos este último año ha sido viajar para ver en acción el trabajo de nuestra fundación. Tengo fotos por toda nuestra casa de las mujeres que conocí en aquellos viajes. Ahora que trabajo desde casa, sus rostros me acompañan constantemente.
En Estados Unidos, muchos de nuestros esfuerzos de lucha contra el coronavirus se superponen con nuestro trabajo sobre la equidad racial.
Me he centrado en hacer un llamamiento a los líderes mundiales para que pongan a las mujeres en el centro de su respuesta a la covid-19
De forma más general, apoyamos los esfuerzos para diseñar planes de respuesta económica dirigidos a mujeres y trabajadores con salarios bajos. En los países de ingresos bajos y medianos, las personas más pobres tienden a trabajar por cuenta propia en el sector informal como agricultores o vendedores ambulantes
Las naciones ricas ya llevan meses comprando con antelación dosis de vacunas para empezar a inmunizar a su población en cuanto dichas vacunas sean aprobadas. Pero habida cuenta de la situación actual, los países de ingresos bajos y medianos solo podrán vacunar a aproximadamente una de cada cinco personas de dichos países durante el próximo año. En un mundo donde la salud mundial es local, eso debería preocuparnos a todos.
Desde el comienzo de la pandemia, hemos instado a las naciones ricas a recordar que cuando la covid-19 afecta a un lugar cualquiera es una amenaza en todos los lugares
BILL
Una de las preguntas que más me hacen es cuándo creo que el mundo volverá a la normalidad. Entiendo por qué. Todos queremos volver a la vida pre-covid-19. Sin embargo, hay un lugar al que espero no volver nunca: nuestra complacencia con las pandemias.
La triste realidad es que la covid-19 podría no ser la última pandemia. No sabemos cuándo llegará la próxima, si será una gripe, un coronavirus o alguna enfermedad que aún no conocemos.
La buena noticia es que podemos adelantarnos a los brotes de enfermedades infecciosas. Aunque el mundo no haya logrado de muchas formas prepararse para hacer frente a la covid-19, todavía nos beneficiamos de las acciones tomadas en respuesta a brotes pasados.
Para evitar que se repitan las dificultades de este último año, la preparación ante una pandemia debe tomarse tan en serio como una amenaza de guerra.
El mundo necesita gastar miles de millones para ahorrar billones (y prevenir millones de muertes)
Por muy difícil que sea imaginarlo actualmente, cuando aún sigue habiendo tantas personas afectadas por la covid-19, esta pandemia llegará a su fin algún día.
Esperamos que usted y los suyos se mantengan a salvo y en buena salud en estos tiempos difíciles.