Si bien es cierto, los valores con los que crecemos los aprendemos conforme vayamos experimentando y explorando formas de ver y vivir nuestra vida, el trato que recibimos de otros, cómo pensamos y actuamos ante situaciones cotidianas, laborales, sociales, sirve para entender, conocer y valorar el significado de la dignidad personal, la verdad, el bien y la libertad, reflexionando sobre los buenos valores éticos que orienten nuestra conducta como individuos. Esto nos ayuda a tener seguridad y convicción de a dónde vamos, quiénes somos y qué queremos como profesionales en el futuro.