En nuestra vida hay muchas cosas que no dependen de nosotros, pero la vamos construyendo al momento de elegir libremente entre las diferentes posibilidades que se nos presentan. Por eso, si queremos que nuestra vida sea verdaderamente nuestra, debemos aprender a decidir de manera independiente, tratando de pensar por nosotros mismos.
La teoría de Kant propone que cada persona elabore sus propias reglas de manera autónoma, y nos plantea que cuando estamos pensando en las reglas de comportamiento que vamos a escoger tenemos que hacer un esfuerzo por imaginar qué es lo que ocurriría si todas las personas se comportarán del mismo modo. ¿Sería deseable un mundo en el que todos se guiarán por las mismas normas de conducta que nosotros hemos elegido? Y si la respuesta es negativa, entonces esas normas de conducta no son válidas, porque no son universalizables.
En sí, la ética kantiana juega y desempeña un papel muy importante para el desarrollo del ser humano ya que cuando éste logra comprenderla es capaz de construir ideas para mantenerse el en contrato social.
De la misma manera, en psicología nos permitió identificar la relación que tienen estructuras a priori con el propio organismo.