El ser humano no sólo se deja afectar por el sentido o por otro ser humano; vimos que la afectación invita a la acción, a la entrega, es decir a la realización del sentido, solo olvidándose, pero diferenciándose del otro o lo otro (capacidad de diferenciación), captando el sentido y los valores, así como otros seres humanos, a través del percibir afectivo que le toca, le llama, le atrae en un campo de tensión denominado, noodi- namia, (capacidad de afectación), el ser humano se actualiza a sí mismo, sale de sí hacia algo que no es él mismo, captándolo y dejándose tocar para realizar el sentido (capacidad de entrega).