Desde el punto de vista del proceso histórico se puede hablar de tres tipos de valores. Por un lado están los ‘emergentes’, son los valores nuevos que aparecen en una determinada situación. Por ejemplo, el sentido de pertenencia a una cultura, el sacrificio por la patria, etc. Los ‘prevalentes’, son los valores que mantienen su vigencia más o menos a lo largo de la historia, de alguna manera son permanentes, por ejemplo la libertad, la justicia, la igualdad, etc. Finalmente tenemos los valores ‘utópicos’, que son los que expresan los grandes ideales de la humanidad.