“En la institución escolar y en la vida del aula, el profesor y el alumno son efectivamente, procesadores activos de información y elaboradores de comportamientos, pero no como Individuos aislados, si no como miembros de una institución, cuya intencionalidad y organización crea un clima de intercambio y genera roles o patrones de comportamiento individual, grupal y colectivo. Las actividades cognitivas y afectivas que desarrollan profesores y alumnos en el intercambio académico no pueden ser entendidas a menos qué se interpreten inmersos en los conflictos de grupo de clase como sistema social” (Getzel y Telen, 1975)