Cuando los sujetos interactúan con el entorno, captan la información de una forma global, es decir, captan su entorno de una manera personal, en la que no solamente están implicados procesos cognitivos, sino también emociones, sentimientos y sensaciones y la mezcla de todos ellos, en ocasiones produce un aprendizaje o un conocimiento “intuitivo” difícilmente verbalizable.