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DICTADURAS EN AMÉRICA LATINA
Paraguay: Alfredo Strossner (1954-1989)
Por más de 35 años Alfredo Strossner condujo a Paraguay con una administración de mano dura. Su mandato fue el segundo más largo en Latinoamérica (detrás de Fidel Castro) y el más extenso en el sur del continente.
Su dictadura, que recibe el nombre de ‘Stronato’, se caracterizó por la imposición de una ley marcial, la amonestación de rivales políticos, la brutal represión policial contra la ciudadanía y la presencia de numerosos escuadrones de la muerte en las calles.
Según la Comisión Verdad y Justicia de Paraguay, durante el régimen de Strossner se asesinaron unas 4.000 personas, 20.000 fueron torturadas y desaparecieron cerca de 420 activistas, comunistas y sindicalistas.
Chile: Augusto Pinochet (1974- 1990)
El 11 de septiembre de 1973 el entonces general Augusto Pinochet, junto a un grupo de miembros de las fuerzas armadas, ejecutaron un golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende.
Desde entonces, y por un período de 17 años, Pinochet se ancló en una administración que utilizó la violencia como su primer arma de coerción. Las cifras oficiales indican que la dictadura de Pinochet dejó más de 3.200 muertos, entre los que se cuentan 1.192 individuos desaparecidos.
El régimen militar además torturó a más de 38.000 personas, una de ellas la expresidenta chilena, Michelle Bachelet, actual alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. A pesar de la brutal represión, el gobierno de Pinochet consiguió un alto desarrollo económico en Chile.
Argentina: Jorge Rafael Videla (1976-1981)
Videla lideró la junta militar que gobernó a Argentina durante la dictadura denominada ‘Proceso de Reorganización Nacional’, la cual se desintegró en 1983.
‘El Proceso’, compuesto por cuatro juntas militares sucesivas -integradas por tres oficiales de cada fuerza- que elegían un presidente con funciones ejecutivas y legislativas, es recordado por marcar una época de miles de desapariciones forzadas, asesinatos de civiles y la quema de libros en la recordada “Operación Claridad”, una purga de opositores en toda el área cultural.
En este orden de ideas, Videla propició un gobierno que disgregó a los partidos políticos e inició una disputa fronteriza con Chile que por poco desemboca en una guerra entre ambas naciones.
Panamá: Manuel Antonio Noriega (1983-1989)
Esta fue una de las tantas labores que el general panameño habría llevado a cabo bajo las órdenes de la CIA, antes de que el gobierno de Estados Unidos ordenara la invasión militar del país centroamericano en 1989.
El otrora “hombre fuerte de Panamá” sumió a su país en una grave crisis económica, política y social durante sus seis años de mandato.
Entre su historial criminal destaca la relación con ‘El Cartel de Medellín’. Según contó el exteniente coronel Luis del Cid, quien fuera guardaespaldas por más de 25 años de Noriega, el dictador panameño hizo su primer contacto con Pablo Escobar en 1981. Después fueron socios.
Bolivia: Hugo Banzer (1971-1978)
Banzer también llegó al poder a través de un golpe de estado e instauró una dictadura con el apoyo de Estados Unidos. Bolivia fue uno de los países que colaboró en la Operación Cóndor, un plan ideado por Estados Unidos para instaurar gobiernos afines en Latinoamérica.
La dictadura boliviana persiguió y encarceló a los opositores políticos e ilegalizó partidos y sindicatos. El malestar social y los problemas económicos forzaron un nuevo golpe de estado en 1978, pero Banzer nunca llegó a ser juzgado por sus crímenes.
En 1997, después de presentarse varias veces a las elecciones, ganó los comicios y se hizo con la presidencia de forma democrática.
Nicaragua: Familia Somoza (1934-1979)
Entre 1937 y 1979 Nicaragua fue gobernada por tres miembros de la familia Somoza: Anastasio Somoza García, su hijo mayor Luis Somoza Debayle y su hijo menor Luis Somoza Debayle.
Los tres gobernaron siguiendo los intereses de Estados Unidos y eliminaron cualquier oposición a través de la Guardia Nacional, un cuerpo miliar armado por el gobierno estadounidense. Durante 40 años, los Somoza sometieron a la población y amasaron una gran fortuna familiar.
La dictadura nicaragüense terminó en 1979 con la Revolución Sandinista, que desde los años 50 luchaba contra el régimen dictatorial de los Samoza.