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RENOVACIÓN O ENRIQUECIMIENTO DE UNA PRADERA. - Coggle Diagram
RENOVACIÓN O ENRIQUECIMIENTO DE UNA PRADERA.
1. Análisis de suelos
Evaluar la capacidad del suelo para suministrar nutrientes a la planta y, con base en una adecuada interpretación, diagnosticar deficiencias y/o toxicidades. (Londoño et al, 2018).
Además ayuda con el control del uso racional de la maquinaria agrícola adecuada y el suministro del nivel óptimo de agua en la pradera. (Londoño et al, 2018).
2. Aplicación de enmiendas
y fertilizantes
Es importante implementar las enmiendas y la fertilización, acordes con los resultados de los análisis de suelo realizados. (Londoño et al, 2018).
Las enmiendas tienen como finalidad corregir los problemas de acidez o alcalinidad del suelo (la cal corrige acidez y neutraliza aluminio y el yeso corrige alcalinidad y neutraliza sodio). (Londoño et al, 2018).
La fertilización corrige las deficiencias minerales del suelo, manteniendo la productividad y valor nutritivo de las praderas. (Londoño et al, 2018).
3. Uso de labranza vertical
Su objetivo realizar el acondicionamiento del suelo sin voltear el perfil, manteniendo de esta forma su estructura y los microorganismos existentes. (Abaunza et al, 2011).
Se deben utilizar
La desbrozadora posee cuchillas rotatorias que cortan y pican el material inerte y los colchones de pasto en trozos pequeños, permitiendo que estos materiales se incorporen al suelo como materia orgánica. (Abaunza et al, 2011).
El renovador, mediante cinceles rígidos o vibratorios, descompacta el suelo y restituye la circulación de aire y agua, favoreciendo el flujo de nutrientes y el desarrollo radicular de los materiales forrajeros existentes en la pradera. (Abaunza et al, 2011).
Además es importante destacar:
El suelo debe encontrarse en condiciones óptimas de humedad, específicamente en estado adecuado de humedad para no ocasionar daños en su estructura y/o no incrementar su nivel de compactación. (Abaunza et al, 2011).
4. Intersiembra de especies forrajeras.
Es necesario disponer de praderas diversas, con diferentes gramíneas y leguminosas mejoradas que por su adaptabilidad, tolerancia a heladas, plagas y enfermedades incrementen los rendimientos de forraje y su calidad nutritiva. (Londoño et al, 2018).
Se debe tener en cuenta:
Época.
Cuando no se dispone de un sistema para riego, las operaciones de labranza, intersiembra y resiembra deben realizarse al inicio de la época de lluvias. (Londoño et al, 2018).
Densidad de siembra.
Varía de acuerdo con las especies seleccionadas y la densidad o cobertura de la pradera a renovar. (Londoño et al, 2018).
Distribución uniforme de la semilla de intersiembra
.
Es recomendable la siembra al voleo manual o con máquina calibrada. (Londoño et al, 2018).
Manejo del agua en las praderas.
Si se dispone de un sistema de riego, es necesario conocer los requerimientos hídricos de la pradera, para determinar el tiempo de riego. (Londoño et al, 2018).
Manejo racional de praderas.
- Calcular la oferta de forraje en la pradera. - Calcular el número de vacas (carga animal) que consumirán el forraje, para evitar el sobrepastoreo y garantizar el adecuado consumo de los animales. - Determinar con precisión el momento óptimo de descanso de la pradera (45 a 60 días) y su periodo de ocupación, haciéndolo diferencial para época de lluvias o de sequía. (Londoño et al, 2018).