Son muchas las corrientes psicológicas que confluyen, bajo un denominador común, hacia esta visión holista, dinámica y humanista del hombre: la psicología del desarrollo de Piaget, de Werner y de Schachtel, varias escuelas neofreudianas, la psicología del yo (que enfatiza la autonomía personal), el nuevo enfoque de la percepción (que subraya la importancia de las actitudes, factores efectivos y motivacionales), la psicología de la cognición (que da preponderancia al “aprendizaje significativo”, al aprendizaje por descubrimiento y a la creatividad), las teorías de la personalidad de Allport, Rogers y Maslow, la psicología fenomenológica y existencial, los modelos de asesoramiento y psicoterapia (el modelo centrado en la persona, el gestáltico, el psicodramático, el análisis transaccional, etc.), los nuevos enfoques de la psicología educativa, etcétera.
la teoría de sistemas se puede concebir como apta para comprender la estructura e interrelaciones que constituyen la esencia de los grupos humanos: la familia, los diferentes tipos de asociaciones, las comunidades naturales, las sociedades y culturas o la humanidad en su conjunto. Por esta razón, prácticamente todas las ciencias sociales (la sociología, la economía, la ciencia política, la psicología social, la antropología cultural, la lingüística, la misma historia y las humanidades en general) han adoptado, de una u otra forma, en muchas de sus investigaciones, conceptos, métodos, teorías y estrategias inspiradas sustancialmente en el enfoque de sistemas.