Afirma Siliceo (1997, p.37). Es obligación humana darle al individuo lo que es “suyo”, lo que le corresponde: he aquí el fundamento en el que se basa toda justa ordenación sobre la tierra. Toda injusticia significa, en cambio, que le es retenido o quitado al hombre lo que es suyo, y que le es quitado o retenido no por desgracia, la mala cosecha, el fuego o el terremoto, sino por la acción humana individual o institucional.