Pensando esto en torno al ámbito laboral, las empresas también son redes sociales, en las que se entrecruzan relaciones interpersonales. Resulta muy importante entonces, el funcionamiento interno de cada organización. Si ésta da lugar al sujeto, lo acoge, le ofrece posibilidades de desarrollo, lo estimula, reconoce sus ideas y procesos; probablemente logre generar sentimientos de pertenencia y fomente el desarrollo empleado. Definitivamente ambas hechos terminarán beneficiando a la compañía.