El método más adecuado para balancear este tipo de reacciones es el método ión-electrón, pues, las especies participantes, se representan como si estuvieran disueltas en agua, por lo tanto, en las sustancias que son electrolitos, se representan como iones y los compuestos insolubles se escriben de manera que representen su insolubilidad.
Las reglas que se deben tener en consideración al balancear ecuaciones a través del método ión-electrón son:
Identificar la semireacción de oxidación y la de reducción, asignando los estados de oxidación a cada especie que está participando en la reacción, para verificar que hay transferencia de electrones.
A partir de ello, se reconoce y escribe por separado el esqueleto de las ecuaciones iónicas parciales de oxidación y reducción.
Luego, se debe balancear los átomos distintos de hidrógeno y oxígeno, en cada reacción:
Posteriormente, se debe balancear la cantidad de oxígeno agregando moléculas de agua, según corresponda. En el caso, de que la reacción este en medio ácido, se debe añadir la misma cantidad de moléculas de agua que átomos de oxígeno faltantes, y si es en medio básico, las moléculas de agua deben añadirse en el lugar en donde este elemento se encuentra en exceso.