Algunos ejemplos de cómo estos principios de evaluación de proyectos son extensivos a cualquier decisión se detallan a continuación Los beneficios de un proyecto están en función de los flujos proyectados. El valor de una decisión, al igual que el valor de un activo, está en función de los beneficios futuros. En algunos casos estos beneficios pueden incluir valores no solo en el corto plazo sino en el mediano y largo plazo.Solo se ejecutan aquellos proyectos que deriven en beneficios netos. Toda decisión que aplique la racionalidad financiera exige cuantificar beneficios netos. Es decir, implica un contraste entre ingresos y costos, medidos en términos de flujos de caja y comparables con los riesgos, que son a su vez medidos como la tasa de rentabilidad mínima esperada y/o el costo del capital. Las buenas decisiones, al igual que los proyectos rentables y sus beneficios derivados, pesan más que los costos y riesgos incurridos.