Los fines de las fundaciones deben ser fundamentalmente la asistencia social, asuntos cívicos, educativos, culturales, científicos, deportivos, sanitarios, la cooperación para el desarrollo, la defensa del medio ambiente, el fomento de la economía o la investigación, la promoción del voluntariado, e incluso la participación económica activa en la construcción de la paz o en la reconstrucción de un país devastado por la guerra.