• Habla a una velocidad normal, sin pararse, dudar o repetirse;
• Realiza las entonaciones apropiadas (pregunta, respuesta, sorpresa);
• Utiliza recursos variados (circunloquios, implícitos, códigos no verbales) para superar sus limitaciones de
vocabulario;
• Habla con aparente facilidad, sin hacer excesivos esfuerzos.