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Las 14 reglas de discernimiento - Coggle Diagram
Las 14 reglas de discernimiento
buen y el mal espíritu
Primera regla: El mal espíritu contribuye a las tentaciones del pecador, el buen espíritu te hace darte cuenta de la realidad y de tus acciones para tener una vida más ordenada.
Segunda regla: Cuando la persona está en el buen camino y lejos del pecado, el mal espíritu inquieta a esa persona y le muestra razones falsas para alejarse del camino, mientras que el buen espíritu te lleva más cerca de Dios.
Consolación y desolación
Tercera regla: La consolación espiritual, es el lenguaje por medio del cual Dios se comunica con el ser humano. La persona siente el amor de Dios, una gran paz y tranquilidad.
Cuarta regla: La desolación nos hace sentir tristes, sin fe, sin esperanza, sin amor. En la desolación el mal espíritu nos tienta para volver al pecado y pone en nosotros pensamientos negativos.
¿Qué hacer en caso de desolación?
Quinta regla: Debemos ser valientes y mantenernos firmes en los propósitos de unirnos a Dios y dejar a un lado la vida de pecado. En la desolación nos aconseja el mal espíritu que siempre querrá mantenernos en el camino del mal.
Sexta regla: Cuando estemos desolados debemos enfrentarnos a la desolación siendo más fieles a la oración y a los exámenes.
Séptima regla: Cuando estemos desolados, pensemos que Dios lo ha permitido para que combatamos al enemigo con nuestras propias fuerzas.
Octava regla: Cuando estemos aislados, hay que guardar la calma y no perder la esperanza de que pronto seremos consolados por Dios.
Causas de la desolación
Novena regla: Podemos estar desolados por tres causas:
Porque Dios quiere saber si lo seguimos a él solamente porque nos regala las consolaciones, o por un amor sincero que también supone momentos de sequedad.
Para que caigamos en la cuenta de que las consolaciones son un
regalo de Dios, y no un premio que conseguimos con nuestras propias fuerzas.
Por nuestra pereza o negligencia que no nos han permitido hacer los ejercicios espirituales a cabalidad.
¿Qué hacer en caso de consolación?
Décima regla: Cuando estemos consolados debemos aprovechar para tomar fuerzas para
enfrentar la desolación que seguramente vendrá más adelante.
Décima primera regla: Cuando estemos consolados debemos reconocer humildemente que la consolación es un regalo de Dios.
Estrategias para el combate espiritual
Décima segunda regla: Cuando el enemigo nos tienta de alguna manera, hay que enfrentarlo con fuerza y valentía, porque si mostramos debilidad y miedo, nos atacará sin piedad.
Décima tercera regla: El enemigo siempre actúa en secreto y no quiere ser descubierto. Por lo que es mejor comentar o buscar a un buen acompañante espiritual, para recibir ayuda de manera efectiva.
Décima cuarta regla: El enemigo nunca ataca de frente a la persona que está reformando su vida, sino que lo ataca por sus lados más débiles. Por ello, si somos conscientes de nuestras debilidades, tendremos que esforzarnos por hacer más fuertes nuestros muros débiles.