maceración, contacto con agua, mala higiene, ecién nacidos, vejez (edades extremas), embarazo, diabetes, hipotiroidismo, antibióticos, linfomas, leucemias, anemia aplásica, agranulocitosis, neutropenia, hipo y agamaglobulinemia, neoplasias, infección por virus de inmunodeficiencia humana (VIH), inanición, quemaduras graves y extensas, drogadicción, tuberculosis y otras enfermedades infecciosas.