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Manejo de la insuficiencia cardíaca (2da parte) - Coggle Diagram

- - - - La guía clínica para el tratamiento de la IC en pacientes afroamericanos incluye:
      - Una terapia clave entre los afroamericanos con HFrEF es HYD/ISDN. Sin embargo, el beneficio combinado de HYD/ISDN con un ARNI, un inhibidor de SGLT2 y/o ivabradina es menos claro; sin embargo, esta falta de claridad no debería impedir la prescripción de estos nuevos medicamentos.
      - Establecer GDMT con un ARNI/ACEI/ARB (se prefiere ARNI, si es posible), un betabloqueante y un antagonista de la aldosterona; si es estable, continúe con la titulación de HYD/ISDN (comenzando con una dosis baja, pero apunte a las dosis utilizadas en los ensayos aleatorios fundamentales). Para aquellos con síntomas persistentes de clase III a IV de la NYHA, la titulación debe realizarse con un control cuidadoso de la presión arterial y un control estricto de otros efectos secundarios (p. ej., dolor de cabeza, mareos).
      - Evite los ARNI en entornos de angioedema conocido o hereditario con ACEI o ARB.
      - Si la frecuencia cardíaca se mantiene por encima del objetivo en ritmo sinusal, se puede considerar la ivabradina; sin embargo, dada la escasez de datos en afroamericanos, optimice preferentemente la dosificación de betabloqueantes.
      - El uso de un inhibidor de SGLT2 también debe considerarse como tratamiento concomitante para la HFrEF en afroamericanos. Es importante destacar que, dado el riesgo de insuficiencia cardíaca en los afroamericanos, el uso de un inhibidor de SGLT2 es especialmente importante en la etapa previa a la insuficiencia cardíaca para reducir la aparición de la enfermedad en personas con diabetes conocida.
      - Las barreras sociales para el GDMT y el manejo óptimo de la HFrEF deben evaluarse y, cuando estén presentes, abordarse para evitar las inequidades en salud en los resultados de la HFrEF.
      - Todas las decisiones de tratamiento deben determinarse en el contexto de una discusión de toma de decisiones compartida, informada y culturalmente competente con el paciente que considere los riesgos y beneficios del tratamiento.
- - - - Principio 1: Los cuidados paliativos se esfuerzan por reducir el sufrimiento a través del alivio del dolor y otros síntomas angustiantes al tiempo que integran los aspectos psicológicos y espirituales del cuidado. Acción: Solicitar objetivos de atención y centrarse en la calidad de vida son apropiados a lo largo del curso clínico de la insuficiencia cardíaca y se vuelven cada vez más importantes a medida que avanza la enfermedad.
      - Principio 2: El buen manejo de la IC es la piedra angular de la paliación de los síntomas. Acción: El manejo meticuloso de las terapias de HF, particularmente los agentes diuréticos, es un componente crítico del manejo de los síntomas y debe continuar hasta el final de la vida.
      - Principio 3: la consulta de cuidados paliativos y los enfoques complementarios de la atención pueden mejorar aún más los síntomas de disnea, fatiga y dolor refractarios de la insuficiencia cardíaca, aunque los resultados de los estudios han sido contradictorios. Estos enfoques también mejoran la satisfacción del paciente y las métricas de calidad de vida. Acción: la consulta de cuidados paliativos especializados puede ser útil para decisiones especialmente complejas, síntomas refractarios y el final de la vida. Los equipos de cuidados paliativos deben tener experiencia en el manejo de los síntomas relacionados con la IC y los no relacionados con ella.
      - Principio 4: Los pacientes con insuficiencia cardíaca a menudo se enfrentan a importantes decisiones de tratamiento a lo largo del tiempo y se les debe brindar apoyo al pensar en los beneficios y las cargas de cada opción de tratamiento. Acción: Las herramientas de apoyo a la decisión ayudan a enmarcar las opciones, que luego deben ser seguidas por conversaciones dinámicas y personalizadas.
      - Principio 5: Las discusiones proactivas de toma de decisiones compartidas simplifican las decisiones difíciles en el futuro. Acción: Las discusiones sobre la planificación de la preparación deben ocurrir al menos una vez al año entre los pacientes y los médicos, lo que lleva a la revisión del estado clínico y las terapias actuales, estimaciones del pronóstico, aclaración de los valores y creencias del paciente, anticipación de las decisiones de tratamiento y directivas de atención avanzada que identifican la decisión sustituta. Los recursos para ayudar a los pacientes en estas discusiones difíciles pueden ser útiles y deben ocurrir discusiones similares de planificación de preparación en el momento de las principales intervenciones de procedimiento.
      - Principio 6: Se requiere atención a la trayectoria clínica para calibrar las expectativas y orientar las decisiones oportunas, pero la incertidumbre del pronóstico es inevitable y debe incluirse en las conversaciones con pacientes y cuidadores. Acción: El empeoramiento de la enfermedad y los “eventos clave” deberían desencadenar una mayor preparación con los pacientes y las familias, pero sin estimaciones específicas de cuánto tiempo queda debido a los altos niveles de imprevisibilidad en el curso clínico de la IC.
      - Principio 7: La transición de "hacerlo todo" a "solo comodidad/hospicio" a menudo pasa por una fase de "supervivencia de calidad", durante la cual los pacientes sopesan cada vez más los beneficios, los riesgos y las cargas de iniciar o continuar tratamientos de soporte vital. Acción: Revisar el régimen médico para el alivio de los síntomas y la calidad de vida puede implicar la interrupción de algunas terapias recomendadas y la adición de terapias que normalmente no se recomiendan. Estas decisiones deben individualizarse y tomarse en colaboración con el paciente, sus cuidadores y su equipo de atención.