Heinemann(1966) deprivó a varios sujetos de sueño durante 116 horas y observo, desde los primeros días, falta de atención y perdida de la iniciativa y de la capacidad de trabajo; hacia el tercer día , alteraciones cortas de la conciencia, alucinaciones, alteraciones d e la memoria , estados de irritabilidad intercalados con euforia y fenómenos de la despersonalización.