Los anfibios. De vida terrestre pero hábitos acuáticos (como la reproducción), estos seres vivos fueron los primeros en dar el salto de la vida marina a la terrestre, y hoy en día se ubican en un lugar intermedio. Ranas, sapos, salamandras y otros anfibios similares depositan sus huevos en pozos, lagos y ríos, y de ellos nacen crías con branquias y apéndices para nadar, que tras una metamorfosis ganarán pulmones y miembros terrestres.