. El objetivo es inhibir la síntesis y la liberación de hormonas. Se deben administrar dosis altas de fármacos antitiroideos, PTU 300-400 mg/4-6 horas o metimazol 60-80 mg/día, (ya sea vía oral o nasogástrica), yoduro (solución saturada de yoduro potásico, 3 gotas/12 horas o lugol 10 gotas/12 horas), corticoides (hidrocortisona primera dosis 300 mg, posteriormente 100 mg /8 horas por vía endovenosa) y bloqueadores beta (propranolol 40-80 mg/6 horas).
Es importante enfriar al paciente con medidas físicas y paracetamol (deben evitarse los salicilatos, ya que interfieren la unión de las hormonas tiroideas a las proteínas plasmáticas). La mortalidad se sitúa en un 20-30%