Acotaciones o didascalias. Son indicaciones que dispone el dramaturgo en el texto dramático y que guían la puesta en escena; describen los espacios, refieren el tiempo durante el cual se desarrolla la obra (qué periodo ha transcurrido de un acto a otro, si ocurre de día o de noche, etcétera), señalan las características físicas, el vestuario, las actitudes, los movimientos y los estados de ánimo de los personajes (si ríen, lloran, están enojados, tristes, preocupados, etcétera), así como su entrada y salida de escena, entre otras cosas.
Todo esto contribuye a formar la trama, es decir, el conjunto de sucesos de la historia, ordenados de una manera determinada para transmitir un mensaje global, que debe ser interpretado por el espectador.