El tutor es vital para el éxito de las experiencias formativas en entornos virtuales de aprendizaje, por esta razón es necesario que tome conciencia de su nuevo rol y se forme para desempeñarlo adecuadamente. En la medida que las nuevas generaciones de docentes se instruyan en esta forma de enseñanza, dominen el uso de los espacios virtuales, se tendrán educadores debidamente preparados para cumplir con su función tutorial (Salmon, 2000). La animación del entorno virtual permite al tutor concientizarse de los progresos de los participantes en la construcción y adquisición de conocimiento, pudiendo asistirlos en sus problemas, conectar a aquellos que comparten intereses, facilitar la colaboración al interior de los grupos de trabajo, ver el efecto y eficacia de las actividades y discusiones propuestas.