Existen millones de especies animales entre los que se encuentran los arácnidos, los insectos, los zancudos, los roedores y un sin fin de “bichos”. Estos son benéficos para ciertos ecosistemas y en su hábitat natural se desenvuelven muy bien. Sin embargo, cuando llegan a nuestros hogares, lugares de trabajo o a los cultivos, pueden causar problemas.