Vivimos en una sociedad de información donde el poder y la riqueza dependen cada vez más de la información y el conocimiento como valores centrales. Las controversias sobre la información son a menudo desacuerdos sobre el poder, la riqueza, la influencia y otras cosas que se consideran valiosas. Al igual que otras tecnologías, como el vapor, la electricidad, los teléfonos y la televisión, internet y el comercio electrónico se pueden utilizar para lograr un progreso social, y en su mayor parte esto ha ocurrido. Sin embargo se pueden utilizar las mismas tecnologías, para cometer crímenes despojar el entorno y amenazar los valores sociales que se aprecian.