Para realizar una buena toma de presión arterial resulta ideal tomarla al menos luego de cinco minutos de reposo, estando la persona relajada, con la vejiga vacía y sin haber comido, tomado bebidas excitantes como el café o té ni tampoco fumado, todo esto treinta minutos antes de la toma de la presión arterial. El paciente debe estar sentado con la espalda correctamente apoyada sobre una superficie, y las piernas deben tocar el suelo, sin cruzarlas. El brazo dominante o de referencia debe estar apoyado aproximadamente a la altura del corazón, con la mano relajada. El manguito del esfigmomanómetro debe estar junto con la piel, por lo cual el paciente se debe desnudar el brazo para posteriormente adaptar el manguito al diámetro de su brazo, cuidando de colocarlo entre 2-3 cm por encima del pliegue del brazo, ajustándolo de forma que la arteria braquial sea accesible (el paciente no debe hablar durante el proceso, con el objetivo de no alterar ningún valor). Luego de colocar el manguito vamos a palpar la arteria braquial e inflar el manguito hasta no sentir esta arteria. Se debe observar el número en el cual esto sucede (presión sistólica estimada) ya que se le sumará 30 mmHg (para evitar pasar por alto una posible brecha auscultatoria, por ejemplo, en pacientes con hipertensión) y hasta ese punto se inflará el manguito (luego de desinflarlo y tomar un reposo de 30 a 60 segundos). Posteriormente tomamos el estetoscopio y lo colocamos sobre la arteria braquial (sin comprimirla) e inflamos el manguito hasta el número determinado anteriormente (presión sistólica estimada + 30 mmHg). Vamos a ir desinflando a razón de aproximadamente 2 mmHg por segundo. El primer sonido que escuchamos representa la presión sistólica y el último sonido la presión diastólica. Luego de tener los valores de la presión arterial del paciente desinflamos el manguito y lo retiramos cuidadosamente del brazo del paciente (en caso de que sea reusable se recomienda limpiarlo antes de que se emplee con otro paciente).