Inicialmente, sus objetivos eran económicos (formar un mercado común donde personas, mercancías y capital circularan libremente), pero se han ido añadiendo objetivos políticos: la defensa de la libertad, la solidaridad, la democracia, los derechos humanos, la diversidad y el medio ambiente, así como las políticas económicas, sociales, de relaciones exteriores y de seguridad comunes. La institución en que se han materializado estas aspiraciones es la Unión Europa (UE).