Este método tiene como objetivo la enseñanza del idioma como un sistema que consta de 4 componentes principales: hablar, escuchar, leer, escribir. Se presta la mayor atención al análisis de textos, redacción de ensayos, presentaciones y dictados. Además, los estudiantes deben aprender la estructura y lógica de una lengua extranjera, ser capaces de correlacionarla con su lengua materna, comprender cuáles son sus similitudes y diferencias. Esto es imposible sin un estudio serio de la gramática y sin la práctica de la traducción bidireccional.
El método se recomienda para aquellos que recién están comenzando a aprender un idioma extranjero, así como para aquellos que tienen un pensamiento lógico y matemático pronunciado.