Considerando que los temblores y las erupciones volcánicas son producto de un mismo fenómeno geológico no es de extrañarse la gran cantidad de estos que se producen en Guatemala cada año. Esto es debido a que Guatemala es uno de los pocos lugares en el mundo en el que convergen tres placas tectónicas, donde las placas de Norteamérica y el Caribe al atravesar el país generan los sistemas de las fallas de Chixoy-Polochic, Motagua-San Agustín y Jocotán-Chamalecón; que son las causantes de la mayoría de sismos que ocurren en el país. De igual manera, frente al Pacífico se encuentra la zona de subducción en la que la placa de Cocos se incrusta por debajo de la Placa del Caribe, donde los sismos son sumamente comunes al igual que las erupciones, debido a esta particularidad de la zona no es de extrañarse que la mayor parte de los volcanes activos del país se encuentren a lo largo de la costa del Pacífico (Gil, 1999).