Los primeros trabajos sobre psicología de los pueblos en Ecuador, fueron elaborados bajo la influencia de André Fouillée. Y es así que Alfredo Espinoza Tamayo escribe, en 1916, su Psicología y Sociología del Pueblo Ecuatoriano. Trabajo que se inscribe en los parámetros de la época, esto es, el organicismo social que, a la larga se relaciona con la formulación de formas despóticas de gobierno o con la propuesta de soluciones claramente fascistas (Roig, 1981, pp.95-96). En 1917, Luis Salgado escribe un breve libro para analizar, bajo la óptica de la psicología de las multitudes, el asesinato e incineración de Eloy Alfaro, dirigente jacobino del Ecuador.
Hay una psicología del hombre blanco, del indio y del mestizo, así como la diversificación que el factor geográfico provee. Partiendo de iguales premisas llega a iguales conclusiones: hispanoamericanismo es sinónimo de indolencia. Propone, similarmente, la militar como alternativa. Ante ello señala: "El despotismo tiene su justificación en las tendencias de la raza de educación latina, en la abulia del pueblo ecuatoriano (cuyos cuatro quintos son de raza indígena, incapaz para la acción), en la falta de preparación para la vida democrática ... " (Quevedo, 1932, p. 54).