Su vertido intencionado o accidental, la acumulación de basuras en su superficie o el enterramiento de los mismos, así como fugas en tanques superficiales o subterráneos por averías o infraestructuras deficientes son algunas de las principales causas de la contaminación del suelo. Además, la contaminación del aire y de las aguas tiene su efecto en la temperatura del planeta, en el nivel del mar y eso afecta a las cosechas, las plantas y los bosques, ya que se alteran las propiedades físicas, químicas y de fertilidad de los suelos.