Suele desarrollarse al cabo de unos meses o años sin aparición de síntomas, al principio es blando y con fóvea a la palpación, con el tiempo se hace duro, los síntomas típicos de edema linfático del miembro inferior: endurecimiento de la piel de la parte delantera del pie y de la base del segundo dedo, lo que impide formar pliegue cutáneo, edema de los dedos del pie, infecciones recurrentes de la piel y del tejido subcutáneo, progresivamente se observa una deformación de la extremidad afectada