Pueden presentarse como una toxicidad local, sistémica o una reacción de hipersensibilidad. - Local: irritación, infección, edema, inflamación, hematoma, lesión muscular o del tejido nervioso (1). - Sistémica: inicia con parestesia peribucal y/o facial, disartria, sabor metálico, diplopía, tinnitus e incluso puede llegar a provocar convulsiones.