«El psicosociólogo –dice Lapassade– es ante todo la persona que, mediante su práctica, instituye en la sociedad un determinado campo de la palabra. » En la parte siguiente se abordan «las instituciones y la práctica institucional». Por otro, «sistemas de reglas que determinan la vida de esos grupos». Después de este planteo, el análisis de grupo no puede ser sino un análisis institucional. También aquí, entonces, las instituciones son la negatividad actuante en los grupos. De hecho, la institución es la negatividad solamente en el sistema de referencia del grupo.
Por el contrario, el grupo y el individuo son la negatividad en el sistema de referencia de la institución.
Lapassade distingue tres fases en la evolución del concepto de institución:
a. En la época de Hegel y Marx, la institución es sinónimo de sistema jurídico.
b. En la época de Durkheim; se convierte en el objeto de la sociología,
c. Actualmente, “con el estructuralismo”, el concepto sufre una profunda 'modificación, “vinculada
con las prácticas institucionales que se desarrollan en los dominios de la psiquiatría, la pedagogía y la
psicosociología”.
Por consiguiente, la pedagogía institucional se define en primer lugar, como análisis de las
instituciones escolares. Lapassade distingue entre instituciones externas e internas:
a. Instituciones internas: incluyen, por un lado, las reglas interiores del establecimiento; por otro, “el
conjunto de las técnicas institucionales”, tales como el consejo de cooperativa.
b. Instituciones externas: incluyen las reglas exteriores al establecimiento y a la clase, los programas,
instrucciones, circuitos de autoridad, distribución del personal según jerarquía, “burocracia pedagógica”,
etcétera.
La pedagogía institucional es, por lo tanto, el método que consiste en distribuir, mediante un análisis permanente de las instituciones externas, el margen de libertad en el cual el grupo-clase podrá autoadministrar su funcionamiento y su trabajo, y asegurar su propia regulación mediante la creación de instituciones internas. Por eso no sorprenderá ver que la no-directividad cumple la función de técnica privilegiada con vistas a suprimir, o a poner en evidencia, la identificación entre el poder del maestro y el poder de las instituciones. La pedagogía institucional, por el contrario, pretende favorecer la socialización, permitiendo que en la medida de lo posible los educandos instituyan su organización, y haciéndoles tomar conciencia de las coerciones institucionales, sociales, que condicionan su aprendizaje.