Según el AT, Yahveh, es Soberano sobre el mundo entero. Es Rey sobre todas las naciones (Sal. 47: 2-8). Él las hizo (Sal. 86: 9), les asigna y controla sus territorios y límites (Deut. 32: 8; cf. 2: 5, 9, 19) y dirige su migración (Amós 9: 7), las suscita y causa su caída (Jer. 1: 1 O; Dan. 2: 21). Las naciones del mundo son todas parte de una familia (Gén. 10), y Dios desea su bienestar y su salvación.