Además de los archivos temporales, los programas que instalas en tu equipo pueden llegar a saturar tu disco duro. En el caso de que sean aplicaciones que te resulten imprescindibles, evidentemente, tendrás que seguir con ellas. Sin embargo, es posible que tengas muchos otros programas que hayas instalado para probarlos y te hayas olvidado de su existencia. Es recomendable que repases de forma periódica la lista de programas instalados y elimines los que no usas. Para ello, desde la ventana del Liberador de espacio de Windows, selecciona la pestaña Más opciones y luego pulsa en el botón Liberar.
Aquí puedes acceder a la lista de programas que tienes instalados. Desde esta ventana de exploración puedes consultar la fecha de instalación, el espacio que ocupan en tu sistema e, incluso, la frecuencia de uso.
Para eliminar un programa, tendrás que hacerlo uno a uno. Selecciónalo de la lista y pulsa en el botón Desinstalar o cambiar. Luego espera a que se desinstale de forma automática o sigue las indicaciones del asistente que aparece en algunos casos.