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HAMARTIOLOGÍA - Coggle Diagram

- - - - Es decir, el hombre fue creado con una rectitud original (Ec 7:29). Esta rectitud original involucrada en la imagen de Dios no excluía el libre albedrío. Esta posibilidad era un riesgo necesario si Dios no quería que los seres humanos fueran meros autómatas. Naturalmente, el hombre deseaba servir a Dios como mayordomo de la creación. Por lo tanto, el libre albedrío es esencial para comprender la imagen de Dios.
        
        ¿En qué consiste la imagen de Dios?
        
        Según Fowler
        
        “Lo que constituye la imagen de Dios ha sido un tema de debate teológico a lo largo de la historia y se han hecho numerosas identificaciones: semejanza física, racionalidad, individualidad, libre albedrío, comprensión, libertad de elección, dominio, relación de persona a persona, unidad en la diversidad (‘hombre y mujer’ [v. 27, NVI]), etc".
        
        “Pablo habla de … [la] nueva persona [nuevo hombre en contraste con el viejo hombre] como de alguien que ha sido renovado en conocimiento, santidad y justicia (Col. 3:10; Ef 4:21-24). Si estas características constituyen la imagen de los seres humanos redimidos y restaurados, podemos inferir, por implicación, que la imagen original de Dios debe haber consistido en conocimiento, santidad y justicia, las cuales en su sentido último y más puro definen, en parte, la naturaleza
        de Dios”.
        
        "Por tanto, la imagen de Dios debe entenderse en relación con esas características de ser y de relacionarse con las cuales el Señor decidió compartir parte de sí mismo".
        
        El aspecto físico
        
        El aspecto físico no requiere de mucha importancia, por lo que él va de la soteriología a la antropología para entender el concepto de imagen de Dios. Es decir, de lo que Dios quiere hacer con los que salva, Fowler deduce en qué consiste la imagen de Dios.
        
        Pero aún en este caso es necesario preguntarse por qué es importante cuidar nuestro cuerpo como templo de Dios o del Espíritu Santo (1 Co 6:19-20; 2 Co 6:16). Pero, ¿no está incluido el aspecto físico en la imagen de Dios? Fowler no trata de eso.
        
        Shea no está de acuerdo con la postura de Fowler, él dice que,
        
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        El aspecto social
        
        Es importante para entender la imagen de Dios (Fowler le concede más lugar a este aspecto). En Gn 1:27-28 es evidente que la imagen de Dios involucra la relación entre los seres humanos. En consecuencia, el pecado no es una cuestión personal, sino un fenómeno social, porque la iglesia como cuerpo también es templo de Dios (1 Co 3:16-17). De esta manera, el pacto es también una parte integral de la solución que Dios ofrece al problema del pecado.
        
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        Según Shea
        
        “Haber sido creados a la imagen de Dios significa, en última instancia, que los seres humanos tienen una semejanza a él en cuanto a sus facultades de razonamiento, su libertad de elección, su pureza moral original -dañada ahora por la caída-, su apariencia física y su vida emocional. Ser creado a la imagen de Dios significa haber recibido una semejanza completa con el Creador”.
        Shea , “Creación”, 480.
        
        Estos elementos son aspectos o dimensiones del ser humano como un todo.
        
        La imagen de Dios no se refiere a un aspecto supuestamente separable de los seres humanos, como ocurre con el alma de la tradición cristiana (Agustín, Calvino).
        
        Los seres humanos son entidades unitarias, como revela la terminología utilizada por Génesis (polvo+aliento de vida=[alma] viviente [Gn 2:7; cf. Job 10:8-12]). El texto, entonces, muestra que el alma viviente (Heb. nepheš ḥayyâ ) es la persona como un todo, incluyendo su dimensión
        física. El alma no es una entidad atemporal y descarnada que puede sobrevivir a la extinción del cuerpo .
        
        La humanidad fue creada con propósitos específicos:
        
        Para adorarle (Ap 14:7).
        
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- - - - Aparece 229 veces. Casi siempre significa “iniquidad” (Gn 4:13). Comprende una conducta perversa (Gn 15:16; Is 43:24). Va más allá que jattâ’th, pues agrega la idea de una intención inicua, mala.
    - - Aparece 135 veces en el AT. Significa una violación premeditada e intencional de una norma o un principio. Va más allá que jattâ’th pues implica revuelta, rebelión o transgresión deliberada (Jer 3:13; Os 7:13; 8:1). Job 34:37: “Porque a su pecado [jattâ’th] añadió rebeldía [pesha]”.
    - - Aparece unas 293 veces en el AT. Su raíz verbal básicamente significa “no alcanzar la marca”, “no dar en el blanco”. Por lo tanto, pecado es lo que no alcanza la norma divina (Lv
        5:5, 16; Sal 51:4).
  - - - Aparece solo 14 veces, pero en 1 Jn 3:4 es clave. La mayor parte del tiempo la RVR 60 la traduce como “iniquidad”, “maldad” (Mat. 7:23; 13:41; 23:28; 24:12; Ro 4:7; Heb. 1:9). 1 Juan 3:4: Anomía es “transgresión de la ley” o “ilegalidad, anarquía”.
    - - Aparece 175 veces en el NT. “No dar en el blanco”. Hamartía connota el fracaso deliberado de un individuo en alcanzar la norma de Dios (Mt 1:21; Ro 5:12, 13; 1 Jn 1:9). Hamartía denota la decisión del ser humano de ser hostil a Dios (Jn 9:41; 19:11; 1 Jn 1:8). Hamartía es universal (Ro 3:23), y su poder ha mantenido a la humanidad bajo su control (v. 9).
    - - Conlleva el sentido ético de “injusticia” o la ausencia de justicia, y se traduce como “impiedad” (Ro 1:18, 19) y “extravío” (2 P 2:15; 1 Jn 5:17). En 1 Jn 3:4 y 5:17 se equipara hamartía con adikía.
- - - - “Cuando el hombre gozaba de esta integridad, tenía libre albedrío con el cual, si quería, podía alcanzar la vida eterna. Tratar aquí de la misteriosa predestinación de Dios, no viene a propósito, pues no se trata ahora de lo que pudiera o no acontecer, sino de cuál fue la naturaleza del hombre. Pudo, pues, Adán, si quería, permanecer como había sido creado; y no cayó sino por su propia voluntad...”
        
        “… Más porque su voluntad era flexible tanto para el bien como para el mal, y no tenía el don de constancia, para perseverar, por eso cayó tan fácilmente. Sin embargo, tuvo libre elección del bien y del mal; y no solamente esto, sino que además, tuvo suma rectitud de entendimiento y de voluntad, y todas sus facultades orgánicas estaban preparadas para obedecer y sometérsele, hasta que, perdiéndose a sí mismo, destruyó todo el bien que en él había”. IRC 1.15.8.
        
        Calvino parece sostener lo que hoy se llamaría compatibilismo, que está en contraste con la creencia en el libre albedrío libertario.
        
        Compatibilismo
        
        Sostiene que el libre albedrío es compatible con el determinismo. Según este punto de vista, una persona ejerce su libre albedrío si lo que escoge está de acuerdo con sus deseos o voluntad, aunque en realidad esté determinado a elegir como lo hace.
        
        Albedrío libertario
        
        Sostiene que el libre albedrío implica que una persona tiene la libertad real de escoger entre posibilidades y que no está determinada a elegir de una manera específica por Dios o por alguna otra causa. A su vez, se opone al determinismo teísta según el cual Dios determina todo lo que ocurre.
        
        Calvino señala que Adán es culpable de la caída, aunque en realidad no la pudo haber evitado, pues Dios no le dio el “querer” ni la “perseverancia”.
        
        “En cuanto a la causa de que no le haya dado el don de la perseverancia, es cosa que permanece oculta en su secreto consejo; y nuestro deber es saber con sobriedad. Dios le había concedido a Adán que, si quería, pudiese; pero no le concedió el querer con que pudiese, pues a este querer le hubiera seguido la perseverancia. Sin embargo, Adán no tiene excusa, pues recibió la virtud hasta tal punto que solamente por su propia voluntad se destruyese a sí mismo”. IRC 1.15.7.
        
        Por lo tanto, Calvino finalmente concluye: “Confieso que se debe a la voluntad de Dios el que todos los hijos de Adán hayan caído en este miserable estado y condición en que al presente se encuentran. Y es que, como al principio decía, es necesario en definitiva volver siempre al decreto de la voluntad divina, cuya causa está en Él escondida”. IRC, 3.23.4.
  - - - El pecado es una elección de la criatura inteligente. Dios no puede considerarse como la fuente del pecado (Stg 1:13, 14). El originador del pecado es Satanás (cf. 1 Jn 3:8; Jn 8:44-45; Lc 10:18; Jn 12:31-32; Ap 12:7-9; Is 14:12-14; Ez 28:12-19).
      - De manera similar, Fowler concuerda cuando dice que,
        
        “Es imposible explicar el origen del pecado y dar razón de su existencia. Sin embargo, se puede comprender suficientemente lo que atañe al origen y a la disposición final del pecado, para hacer enteramente manifiesta la justicia y benevolencia de Dios en su modo de proceder contra todo mal. Nada se enseña con mayor claridad en las Sagradas Escrituras que el hecho de que Dios no fue en nada responsable de la introducción del pecado en el mundo, y de que no hubo retención arbitraria de la gracia de Dios, ni error alguno en el gobierno divino que dieran lugar a la rebelión…”
      - Además, ella vio en visión que,
        
        “Las más brillantes y exaltadas ‘estrellas del alba’ alababan... la gloria de Cristo en la creación, y anunciaban su nacimiento con cantos de regocijo”.
        ST, 4 de enero de 1883
        
        “Los ángeles leales se apesadumbraron por el destino de aquellos que habían sido sus compañeros de felicidad y dicha. Su pérdida se sintió en el cielo. El Padre entonces consultó a Jesús en relación a la posibilidad de cumplir inmediatamente su propósito de crear al hombre para que habitase la tierra”.
        (ST, 9 de enero de 1879)
        
        “Las vacantes que se produjeron en el cielo por la caída de Satanás y sus ángeles, serán llenadas por los redimidos del Señor”.
        (RH, 29 de mayo de 1900)
  - - - El pecado es un acto responsable. Esto es visto en Gn 2:17, cuando Dios anticipa al hombre las consecuencias que tendría el pecado en ellos. Es claro que Dios hizo a Adán y Eva responsables de sus decisiones. Nadie obligó a Adán y Eva a pecar. Ni siquiera Satanás.
        
        El pecado es un acto espiritual y moral. El pecado implica un quebrantamiento de un vínculo pactual que existía previamente (Gn 2:15-17; Ez 28:12-19). El pecado es infracción de la ley, de los términos del pacto (1 Jn 3:4). Adán y Eva, olvidaron su papel de criaturas y quisieron ser como Dios (Gn 3:5 6).
        
        El pecado de Eva consistió en confiar en la serpiente en vez de confiar en lo que Dios le había dicho. Eva fue engañada en el sentido de que fue inducida a desconfiar de Dios (Ro 14:23). En última instancia, se quiso independizar de Dios.
        (Dr. Roy Graf)
        
        La tentación no fue algo a lo que Dios sometió a Adán y Eva. Solo a su posibilidad. Ellos eran los que tenían que escoger. Eva eligió mal desde el momento en que se acercó al árbol. La tentación no fue una sorpresa para Adán y Eva y sus consecuencias no eran ignoradas. Dios ya había advertido que ocurriría.
        (Dr. Roy Graf)
- - - - Pelagio (c. 360 c. 420) fue un monje británico que se enfrentó a Agustín en Cartago. Era un moralista. Dios crea cada alma individual que no está corrompida por la culpa de Adán. La influencia de Adán es su mal ejemplo. El ser humano al nacer no tiene inclinación hacia el pecado. La “gracia” de Dios es el libre albedrío que permite vencer al pecado. Se puede ser perfecto. Adán hubiera de muerto con el tiempo aún sin haber pecado.
    - - Agustín (354 430), obispo de Hipona, rechazó las enseñanzas de Pelagio. Una vez que Adán pecó, se perdió completamente el libre albedrío y el ser humano sólo tenía inclinación a pecar. El “pecado original” como lo entiende Agustín implica que en Adán todos hemos pecado (Ro 5:12 fue malinterpretado por Agustín que entiende “por cuanto” como “en el cual”). Todos estábamos seminalmente presentes en Adán y heredamos su culpa. Por eso es necesario el bautismo de los niños.
        
        Todos somos culpables del pecado de Adán. La culpa original de Adán se esparció con la raza. El pecado es inevitable y todos estamos condenados. Por eso es necesario el bautismo de los niños para eliminar el problema del pecado. El ser humano no puede hacer absolutamente nada para salvarse. Solo se salvan aquellos a los que Dios predestina.
        
        Explicación de Romanos 5:12-19
        Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto [“ por lo cual ””= por el pecado de Adán] todos pecaron”. La solución: Véase p. ej. los vv. 18-19.
        (Dr. Roy Graf)
    - - Jacobo Arminio (1560 1609) fue un teólogo protestante holandés. Los seres humanos nacen con una naturaleza corrupta. No puede actuar bien por sí mismo si no fuera por la “gracia previniente” que le permite responder a la gracia divina y ejercer su libre albedrío. La gracia previniente es una “gracia infusa” que todos recibimos.
  - - - El pecado es una relación quebrantada con Dios, con los seres humanos y con el entorno (Gn 3:8-10, 12, 13, 17-19; Is 59:2).
        
        El pecado es un estado o condición (Mt 15:19; Sal 51:5).
        
        El pecado es una clase de mal (Todo lo malo no es pecado, pero si todo pecado es malo [Dr. Roy Graf]; los seres humanos son pecadores porque nacieron en condición pecaminosa, pero también porque cometen pecados [cf. Fowler, 281]).
        
        El pecado es imperdonable si se peca contra el Espíritu Santo (Mt 12:31-32). Esto es porque si se rechaza al Espíritu Santo, también se rechaza a Cristo (vv. 28-30).
        
        El pecado es una norma que no se alcanza.
        
        Este concepto no es simplemente el de violación de una ley. Para los griegos el mal era producto de la deficiencia o ignorancia humana. En el NT hamartía es un defecto moral y espiritual en contra de Dios. El pecado es una elección que desafía a Dios, desobedece, y no alcanza las demandas de la ley.
        
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    - - Este tiene consecuencias
        
        Tal es el caso que Adán y Eva perdieron la comunión directa con Dios (Gn 3:8-10). El pecado produjo alienación y separación de Dios y entre ellos (Gn 3:12), la mujer sufrió los dolores del parto (v. 16) y se introdujo el dolor y la muerte (Gn 4:8 10; 5:5).
        
        La raza humana se vio afectada por el pecado por causa de Adán y Eva (Ro 5:12-19). La consecuencia más devastadora para la raza humana es la separación de Dios (Is 59:2; Mi 3:4). Y la consecuencia final es la muerte (Heb 9:27; cf. Ro 5:12).
        
        El pecado es universal. El pecado implica rebelión contra Dios, contra otros seres humanos y una “rebelión” interna. “No hay hombre que no peque” (1 R 8:46; cf. Pr 20:9). Todos están bajo pecado, no hay justo ni aun uno por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios (Ro 3:9, 10, 23).
        
        Por lo tanto
        
        La muerte sería el castigo por el pecado
        
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        La erradicación del pecado es posible por la muerte de Cristo (Jn 3:16), porque Cristo murió “por los impíos” (Ro 5:6; cf. Is 53:5; 1 Co 15:3; 1 P 2:24; 2 Co 5:21).
        
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        Para
        
        El mundo físico
        
        Existe el mal en el mundo físico como consecuencia del pecado (Gn 3:17-18; Ro 8:19-22). No todo lo malo es pecado. Las catástrofes naturales son malas, pero no son pecado, aunque indirectamente son consecuencias del pecado en general. Pero Dios no es el autor del mal.
        
        Dios
        
        Dios es acusado de injusto (Gn 3:12, 13). Esta acusación se percibe también en Job 1:8-11; 2:3-5.
        Satanás acusa a Dios de juzgar erróneamente el carácter de Job y por lo tanto de ser injusto al bendecirlo a pesar de que Job obedece por conveniencia y no por ser verdaderamente justo. Dios tiene que enviar a su hijo para salvarnos (Jn 3:16).
        
        Es decir, el pecado tuvo un efecto cósmico (1 Co 4:9; Job 1-2) y la única manera de probar que Dios es justo es ante el concilio celestial que es parte del tribunal cósmico (Dn 4:17).