En la primer etapa, esta explotación comienza con la explotación directa: esta es la etapa en la que los grandes imperios coloniales claman materias primas, pero con la independencia de las ex colonias esto no cambia, al contrario, permanece. La segunda etapa, denominada período neocolonial, vio a los países periféricos obligados a especializarse en la producción de materias primas, que se vendían al estado central a precios fijados por el estado central: esta fase se deterioró a medida que los precios de los bienes manufacturados aumentaban constantemente.