Los electrones están en constante movimiento alrededor del núcleo y a lo largo de los enlaces químicos. A pesar de que se mueven muy rápidamente y de que, en promedio, están distribuidos de forma uniforme, puede suceder que, durante un pequeño lapso de tiempo, haya más electrones de un lado del núcleo o de un lado del enlace que del otro. Como consecuencia, se forma un dipolo eléctrico, ya que una parte del átomo (o la molécula) tendrá un exceso de cargas positivas, mientras que el otro tendrá un exceso de cargas negativas.