Los niveles elevados de ferritina, o hiperferritinemia, indican la presencia de virus y bacterias en el cuerpo. La ferritina es capaz de activar los macrófagos, comienzan a secretar citoquinas, En bajas concentraciones, son seguras para el cuerpo y ayudan a protegerlo contra virus y bacterias. A niveles altos, se desarrolla la llamada "tormenta de citoquinas”